En un contexto de crisis, los argentinos demuestran solidaridad mientras la política se sumerge en la confrontación.
Un reciente estudio de escucha social realizado por Taquion revela una creciente desconexión entre la sociedad argentina y su clase política. A través del análisis de las conversaciones en redes sociales y portales de noticias, el informe destaca dos escenarios contrastantes: mientras la ciudadanía se organizó para ayudar a los damnificados por las inundaciones en Bahía Blanca, la dirigencia política se enfrascó en disputas internas y acusaciones mutuas.
La Argentina solidaria
El informe señala que el 51% de las menciones digitales sobre Bahía Blanca estuvieron relacionadas con colectas, el tren solidario y otras acciones de ayuda ciudadana. En contraste, el 43% de la conversación se centró en el debate político, donde las figuras públicas se responsabilizaban entre sí por la crisis.
Un Congreso desconectado
En Buenos Aires, las protestas de jubilados derivaron en disturbios con las fuerzas de seguridad, mientras que los políticos protagonizaban enfrentamientos físicos dentro del Congreso. Este escenario refleja una dirigencia incapaz de responder a las demandas sociales y cada vez más alejada de sus representados.
Los más criticados
Los principales apuntados en redes sociales fueron el presidente Javier Milei y el gobernador Axel Kicillof, ambos con un saldo digital negativo. Mientras que las críticas a Kicillof provinieron mayormente de la militancia libertaria, Milei recibió rechazo tanto de sectores peronistas como de usuarios comunes.
El informe de Taquion pone en evidencia una sociedad que, ante la ausencia de respuestas políticas, decide tomar la iniciativa y ayudar a quienes más lo necesitan. Sin embargo, la creciente brecha entre la ciudadanía y sus representantes plantea un desafío urgente para la reconstrucción del tejido social y político del país.
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